Perú tendría inversiones por US$ 5,000 millones en nuevas fuentes de agua y tecnología ecoeficiente
Se estiman inversiones en nuevas fuentes de agua y tecnología ecoeficiente durante la próxima década por aproximadamente 5,000 millones de dólares en Perú, informó ayer la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
Ello a fin de atender requerimientos de proyectos en diversos sectores económicos, como minería, energía, petroquímica, industria y agricultura de exportación, actividades de mayor dinamismo en los próximos años.
Según el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la CCL, la actual brecha de infraestructura en nuevas conexiones de agua y alcantarillado para el sector vivienda en Perú durante los próximos diez años sería de 6,300 millones de dólares.
Consideró que para promover la seguridad hídrica y evitar incrementos muy elevados en los pagos por el uso del agua, el Estado debe implementar en los próximos años incentivos innovadores y graduales para el uso eficiente y el ahorro del agua.
Asimismo, afirmó que debe fomentarse la presencia del sector privado en el abastecimiento de agua, vía asociaciones público privadas (APP) o concesiones.
Indicó que actualmente parte del territorio nacional sufre de escasez de agua, en particular la costa donde la disponibilidad de este recurso es crítica en algunos valles como Moche (319 metros cúbicos por persona), Ica (577), Chancay-Lambayeque (1,055) y los que sirven a la ciudad de Lima (350).
Recordó que un país sufre de estrés hídrico cuando la disponibilidad de este recurso para consumo humano y productivo está por debajo de los 1,000 metros cúbicos (m3) per cápita por año.
Agregó que una adecuada política tarifaria debe cumplir dos requisitos, uno es eficiencia económica, para que el precio cobrado por el agua permita cubrir sus costos operativos y administrativos.
El otro es sostenibilidad, pues con los excedentes derivados de la operación de las empresas proveedoras del servicio de agua se busca ampliar la cobertura, disponibilidad y calidad del servicio de distribución de este líquido elemento.
Señaló que el principal problema en la gestión de los recursos hídricos en el país responde a sus bajas tarifas, que no corresponden con el creciente aumento en la demanda, y además es característico sus altos niveles de derroche de los recursos hídricos.
Precisó que la región costa cuenta con 2.1 por ciento de la disponibilidad de agua (oferta de recursos hídricos) en el país, pero concentra al 54 por ciento de la población y al 79 por ciento de la producción nacional, además de ser la región que suma el mayor nivel de consumo de agua en el país (demanda de recursos hídricos) superando el 80 por ciento.
Indicó que la región selva posee una enorme disponibilidad de agua dulce (80 por ciento de la oferta hídrica en el país), pero solo concentra el 14 por ciento de la actividad productiva nacional, al seis por ciento de la población y reúne el dos por ciento de la demanda de agua en el país.
Por lo tanto, consideró que existe una desproporción en la distribución de la oferta de recursos hídricos en Perú, a pesar de ser uno de los más ricos en fuentes de agua superficial en el planeta (4.6 por ciento de la disponibilidad de agua dulce en el mundo).
En ese sentido, afirmó que además del factor tarifario, el problema no es de disponibilidad del agua sino de la desigual distribución espacial, y que motivan a una deficiente gestión de los recursos hídricos.
Explicó que si bien la actividad agrícola demanda la mayor cantidad de agua en el país (80 por ciento del uso consuntivo) sus niveles de eficiencia en el uso de este recurso son los más bajos entre los distintos sectores económicos.
Así, alcanza un ratio entre 30 y 36 por ciento mediante riego por gravedad, a diferencia de la eficiencia alcanzada por las zonas agrícolas que utilizan riego tecnificado llegando a registrar una tasa de 70 por ciento.
Sin embargo, la CCL precisó que la agricultura bajo este sistema de riego representa tan solo el cinco por ciento de las áreas cultivables.
Agregó que el consumo poblacional y el sector industrial explican el 12 y seis por ciento, respectivamente, del consumo consuntivo de agua en Perú, llegando ambos a registrar niveles de eficiencia que bordea el 45 por ciento.
Fuente: [Andina]
Ello a fin de atender requerimientos de proyectos en diversos sectores económicos, como minería, energía, petroquímica, industria y agricultura de exportación, actividades de mayor dinamismo en los próximos años.
Según el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la CCL, la actual brecha de infraestructura en nuevas conexiones de agua y alcantarillado para el sector vivienda en Perú durante los próximos diez años sería de 6,300 millones de dólares.
Consideró que para promover la seguridad hídrica y evitar incrementos muy elevados en los pagos por el uso del agua, el Estado debe implementar en los próximos años incentivos innovadores y graduales para el uso eficiente y el ahorro del agua.
Asimismo, afirmó que debe fomentarse la presencia del sector privado en el abastecimiento de agua, vía asociaciones público privadas (APP) o concesiones.
Indicó que actualmente parte del territorio nacional sufre de escasez de agua, en particular la costa donde la disponibilidad de este recurso es crítica en algunos valles como Moche (319 metros cúbicos por persona), Ica (577), Chancay-Lambayeque (1,055) y los que sirven a la ciudad de Lima (350).
Recordó que un país sufre de estrés hídrico cuando la disponibilidad de este recurso para consumo humano y productivo está por debajo de los 1,000 metros cúbicos (m3) per cápita por año.
Agregó que una adecuada política tarifaria debe cumplir dos requisitos, uno es eficiencia económica, para que el precio cobrado por el agua permita cubrir sus costos operativos y administrativos.
El otro es sostenibilidad, pues con los excedentes derivados de la operación de las empresas proveedoras del servicio de agua se busca ampliar la cobertura, disponibilidad y calidad del servicio de distribución de este líquido elemento.
Señaló que el principal problema en la gestión de los recursos hídricos en el país responde a sus bajas tarifas, que no corresponden con el creciente aumento en la demanda, y además es característico sus altos niveles de derroche de los recursos hídricos.
Precisó que la región costa cuenta con 2.1 por ciento de la disponibilidad de agua (oferta de recursos hídricos) en el país, pero concentra al 54 por ciento de la población y al 79 por ciento de la producción nacional, además de ser la región que suma el mayor nivel de consumo de agua en el país (demanda de recursos hídricos) superando el 80 por ciento.
Indicó que la región selva posee una enorme disponibilidad de agua dulce (80 por ciento de la oferta hídrica en el país), pero solo concentra el 14 por ciento de la actividad productiva nacional, al seis por ciento de la población y reúne el dos por ciento de la demanda de agua en el país.
Por lo tanto, consideró que existe una desproporción en la distribución de la oferta de recursos hídricos en Perú, a pesar de ser uno de los más ricos en fuentes de agua superficial en el planeta (4.6 por ciento de la disponibilidad de agua dulce en el mundo).
En ese sentido, afirmó que además del factor tarifario, el problema no es de disponibilidad del agua sino de la desigual distribución espacial, y que motivan a una deficiente gestión de los recursos hídricos.
Explicó que si bien la actividad agrícola demanda la mayor cantidad de agua en el país (80 por ciento del uso consuntivo) sus niveles de eficiencia en el uso de este recurso son los más bajos entre los distintos sectores económicos.
Así, alcanza un ratio entre 30 y 36 por ciento mediante riego por gravedad, a diferencia de la eficiencia alcanzada por las zonas agrícolas que utilizan riego tecnificado llegando a registrar una tasa de 70 por ciento.
Sin embargo, la CCL precisó que la agricultura bajo este sistema de riego representa tan solo el cinco por ciento de las áreas cultivables.
Agregó que el consumo poblacional y el sector industrial explican el 12 y seis por ciento, respectivamente, del consumo consuntivo de agua en Perú, llegando ambos a registrar niveles de eficiencia que bordea el 45 por ciento.
Fuente: [Andina]
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